NEGRO TANGO
John Kennedy Casal es negro uruguayo y cantor
Es gutura rítmica en sus tamboriles genéticos
Es un instrumento de carne que se revive
ungido por su don templado al fervor de las llamadas
No usa muletaje guitarrero
ni el chantear de las palmas
El vino le enciende el pico
mientras el sabor retinto de la uva
se vierte en su memoria
No ruega otra copa
la trueca por otra canción
Tango puro carajo
dice
tango charrúa oriental y sin maridaje
No mendiga escenario
dice
Mi tango viene del refrite de los barrios
donde en los días bochornosos
la gente baila vibra y canta
porque se le canta
como se le cantó a don Gervasio libertador
Porque se me canta
hermano
yo estoy aquí
Porque se me canta soy negro libertario
y cantor
Porque se me canta
inundo mis cuerdas de vino
pero compadre mamado jamás
mi vino se termina cuando
mi madre
me mira desde el adiós
Digamos
que es guapo hasta el olvido
de su cuerpo ensombrecido
Transita bodegones y comederos de todas cepas
Reconoce que mandó callar a todos
en un restorán medio pelo
cuando paladeó repentino
´´Antiguo reloj de cobre ´´
dicen
que se enturbió su mirada
al rigor furioso de los aplausos
Hombre de semipenumbras
cabeza con chambergo
ala baja y una pluma blanca
donde va el pañuelo
Después
con el tiempo entre paréntesis
hinchado el pecho de jugosanto
en la madrugada de los ciegos
siente desde el adiós la mirada de su madre
negro y todo se retira a los aposentos
dice
donde lo esperan su negra y su negrita
Largo y acompasado canyengue natural
cargando su gola bronca
bronce exquisito con verdín
se va como el tiempo
que nos parió encima
¡ Esa voz compañero ¡
esa voz cantando ´´La casita de mis viejos´´
Esa voz que se aleja
hasta perderse
dentro de un chorro espeso de tinta
quedando la magia de su sombrero
relumbrón blanco del más allá
flotando sobre su voz
voz
saliendo tenue de la negrura
embargadas sus glorias
resuena aún
después de la derrota de la noche
cruzando el río sin orillas
hacia su Montevideo de plata
al que nunca
hermano
volverá
ÚLTIMO TANGO EN LA ENRAMADA
Rechiflados de rocío
de espaldas al amanecer
ella viborea atangada
el se obliga tanguistante
mejilla con mejilla
juntos en simismo
ellos tan solos – los últimos –
lustrando el piso de La Enramada
con el terciopelo de sus pasos
bailan sin hablarse
sin memoria ni futuro
bailan troileando el presente
mientras el mundo decide
decide infinitas cosas
una voturé se detiene en la puerta
con dos cosos rajatablas
listos para quebrar
sopesan el momento
mostrando descarados
el pavón de sus fierros
ella corrige con la destreza
de sus largas piernas
las vacilaciones que el alcohol
alienta en su compañero
el tango sigue en su queja
y en el estribillo
las dos getas acerando sus ojos
salen del auto
encarando hacia el salón
el tango trepa hacia su fin
el fuelle se abre inhalando
rozando su panza con el suelo
preparando su descarga
truenan varias veces
los fuegos secos de los chumbos
en el espacio hueco de la culpa
en el terreno del toma y daca
momento de nácar que fue piel
sobre tinta roja que se expande
recortando dos figuras congeladas
sobre el piso de parque
pero el tango
amigos míos
bordara en instantes la telaraña
de su transa con el tiempo y el olvido
luego habrá telón carmesí
luces que se apagan
penumbra
y un chan chan
bordoneando
algún sentido final…
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