REQUIEM PARA
HUMBERTO RIVAS…
Demiurgo de la palabra…
Llegó puteando
desde las luces malas
a este San Miguel
que siempre tuvo
el diablo entre las patas
Llegó con el
drama en las manos
y la comedia en
la boca
a encontrarse con
la tragedia
Llegó allá por
los 70 gritando
la comedia de
este drama
y el drama de
esta comedia
hasta que su país
ensurado
el nuestro
de cada dia
desplegó todas
las espadas
de sus barajas
Nos llegó desde
el azar
como la época
desde la historia
aulló desde su
obra paroxística
que impuso con el
fervor
de saber que era
la única vez
sus queridos arcanos
fueron develados
hasta donde el quiso
mientras
el mundo inabarcable de su
tiempo
explotaba en su
palabra
Pasó penurias y
dichas
acechos y amores
y construyó su
muerte
hasta ser la
presa del final
cuando un
parásito
en el
pecho
le ocultó el
oxígeno
pero no
la última
palabra…
Aquí
En este puñado de
conciencias
conjuradas
está
Humberto Rivas
demiurgo y
dramaturgo
como si el tiempo
se hubiera hecho para él…
…y su socarrona
luz para nosotros…
IN MEMORIAM…
Lo conocí el
mismísimo día
que llegó a San
Miguel
cuando las
sombras se acuartelaban
Nos sentamos en
un bar
y hablamos
durante treinta años
hablamos
mientras
sudestaban los presagios
Nos abrazamos con
la palabra
nos protegimos
con la poética del humor
y la complicidad
de la visión
Por favor
qué más…
Hoy me queda una mansión
espléndida
tripulada por el
vacío
No habrá más
palabra
que pena
insondable…
pero
habrá obra…
eso sí…
Julio César Azzimonti
Cuando es agosto de 2006
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