Aquí en la
luz
de los
barrios de cobre
está María
niña
Morena y
transparente de sueños
jugando con
mates de barro
y muñecos de
trapo
que cayeron
del cielo
cuando algún
santo piadoso
los empujó
al vacío.
Aquí
Morenita
arrullaron
tu sueño
estampidos a
mansalva
y un sólo
cuento
contado por
la boca
desdentada
de la noche
cayeron
sobre tu alma
con sus
miedos.
Aquí
en tus oídos
se anudan
rumiando el
aire opaco
campanas de
sapos
y el
cristalerío turbio
del zanjón.
Aquí
mirando
hacia adentro
desde la
ventana torcida
te veo María
en la
penumbra de la Mala luz
sentada a la
mesa
junto a tus
hermanos
y a tu viejo
mirando el
hueco de los platos
el día en
que la hornalla
consumió el
último carbón
y el
fuego se mandó a guardar.
Aquí hace
tanto frío
cuando tu
viejo
cabello
blanqueado por el fraude
agarra el
cuchillo de pelar naranjas
y corta sus
dedos en rebanadas
repartiéndolos
a sus hijos
que los
comen agitados
entre
latigazos de silencio.
Aquí tu
vieja
es una
cabeza solitaria
colgando
torcida de la pared.
Mirá María
delante de tu ventana inconclusa
creció un cardo
como un esperpento del destino
Morena
nada hay más parecido a la pobreza
que un cardo
y si un gato negro como yo
se estampa a su lado
El pobrerío enardecido
pronto prenderá fuego
a la imagen
Creerán que todo su dolor
es engendro
de tu vientre maldito
y que los fuegos amarillos
de mis ojos
serán el cuerpo sinuoso
de la criatura
Sabés Morena
esta gente aspira las espinas
clavadas en las entrañas del
dolor
y sólo les queda matar a alguien
para aliviar su pena perpetua
Puta madre Morena
eso serás y deberás morir
junto a tu gato
antes que nazca el diablo
y los azotes con los cardos
Mirá María
delante de tu ventana inconclusa
como crece el cardo
no lo saqués Morena
ha dado una flor rosabunda
y es preferible a la muerte
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